Hace ya unos añitos, como catorce o quince, me levante un día con un dolor tremendo en el ojo. La oculista me dijo que tenía una úlcera y que me había salido por dormir con el ojo abierto (!). El caso es que entre otras cosas me tuve que poner un parche, pero no me gustaba nada verme con él, así que para igualar ambos lados de la cara me hice un trampantojo en el parche. Este es el segundo, hay un primero que tiene Javier. Javier Antonio Bugarín Fiaño, me decías el otro día que debe estar en casa de tu madre; si lo encuentras por favor, escanea y manda. Lo mismo te digo de las fotos de ese día, las que hiciste mientras pintaba este parche y la que tenemos tú y yo juntos, parcheados los dos. Pena no tener un archivo sonoro de tu madre aquel día, tremendos gritos. Anda que no lo pasamos bien.

Este parche se lo mandé a mis padres cuando me recuperé, y tengo que darle las gracias a mi madre por guardar gran parte de mis dibujos; si hubieran estado en mis manos no hubieran llegado a hoy.

Está hecho con bolis bic, lápices de colores, Tipp-ex y maquillaje.